Las olas de tu cama...
Dibujadas sin parar por encima de nosotros,
salpicadas por el brillo de la Luna,
que se cuela por esa ventana tan cercana.
Donde el viento aúlla con fiereza,
disimulando tu pequeño grito al terminar.
Con esa sonrisa amplia e hipnotizante,
tu mirada se resbala por mi cara,
y finaliza en un suave pero firme abrazo
con el cual facilitarme unos dulces susurros al oído.
Para decirte lo que ya sabias,
por el simple placer de
dibujarte una sonrisa,
mi mayor adicción.
El tiempo se borró.
El mundo entero allí estaba, y la
felicidad encontrada.
En el mundo real pasaron horas, y mientras esa sensación
omitió todo lo demás...
Amaneció, sonaron móviles y despertador...
Todo fue en vano.
Ni el trabajo ni demás coincidencias
menores pudieron hacer frente a esta mañana,
la que recordaré como el primer día
de la muerte de la rutina,
del final de la búsqueda de esa sensación.
Después de mucho esfuerzo conseguí quitar tus brazos de mi
cuerpo,
mi mirada de tus ojos y la idea de no hacer otra cosa que sentir tu
calor.
La prometí volver mañana pasado y siempre.
Creado: 7May13
Ult edición 21May13
