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lunes, 20 de junio de 2011

Secando Lágrimas

Hay lágrimas que los ojos
no pueden evitar escupir,
cuando saben que las derraman
por alguien que no merece la pena.

Salpican la piel, la ropa,
la almohada y los amigos...
Al enfrentarse el dueño de estas a la realidad.

Tan solo es valioso, muy valioso
contener la agonía y rabia,
y enfocarla en fuerza
para llevar a cabo tus obligaciones.

...

Llegará un día en que podré olvidarte,
y ese será el día en que me muera.
Por suerte o por desgracia
te encontré, me enamore y te sufrí.

El tiempo ha pasado,
el fuego se ha enfriado,
pero las brasas jamás terminaron de apagarse.

El amor se fue,
junto al absurdo escudo de odio temporal.
Tan solo quedará el recuerdo,
el cariño y la esperanza de un posible reencuentro futuro,
sin lastres del pasado y sin supuestas pretensiones de uno y de otro.

Un “¿Qué tal?” sincero,
y un “Adiós” que poco a poco
se torne en un “Hasta pronto” por ambas partes.

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